El frío se apodera de las calles. Las mantas, batas, calcetines, chaquetas... parecen renacer del fondo del armario y cobran vida formando capas sobre nuestro cuerpo. Nuestras narices se inundan y las gargantas se irritan. El sol se acuesta antes y la luna resplandece más.
Ya està aqui, ese silencio del invierno.